4 de enero de 2016

Las grullas que encontré en Gallocanta

Finalizadas las vacaciones de invierno en tierras más cálidas, mi Valencia natal, y como tantos otros españoles emigrantes en busca de mejores condiciones de vida, tocaba regresar a mi actual lugar de residencia, en mi caso, el noroeste de Francia.

Cual ave migratoria, emprendí mi viaje anual tras las fiestas con la familia, de vuelta hacia tierras más frías pero también más ricas en recursos... Si bien todo ello me ha hecho pensar en las similitudes con los viajes emprendidos periódicamente por tantísimas aves migratorias de todo el mundo, mi trayecto —en coche y habiendo reservado previamente por internet alojamiento para hacer un par de paradas que amenizaran el camino de regreso— sería sin duda más cómodo y menos cansado que la admirable travesía que realizan estas grullas que encontré en la reserva natural de la laguna de Gallocanta.

     Atardece, que no es poco