30 de diciembre de 2009

Hasta otra

Wasp, mi perro.

El de las orejas desproporcionadamente grandes y, a pesar de ello, asombrosamente erguidas.


Waspo






Más majete que las pesetas


Todo pasa y todo queda...

7 comentarios:

  1. Estoy demasiado afectado como para dedicarle el ingenioso, emotivo y bello comentario que se merece.

    Fue feliz, y nos hizo felices. Nunca levantó una pata contra nadie, y fue el mejor compañero.

    Aunque no lo mostrase demasiado, siempre te quise mucho, Wasp.

    Una caricia entre las orejas, y hasta otra.

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  2. Nunca olvidaremos su simpatía desbordante,esos bailoteos que se pegaba con su querido amigo Rober y los lametazos en la boca cuando te despistabas. Al menos de él pude despedirme.
    Y ahora que Maya y Rogelio están tan solos...¿qué tal si los presentamos?
    Un beso fuerte.

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  3. Yo tampoco olvidaré a ese perro tan alegre y especial, y menos aún a sus grandes y perfectas orejas.

    Un abrazo valenciano-germano

    Crisis caninas

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  4. Quienes le conocimos cuando sus patitas aún eran más pequeñas que esas inconfundibles orejas echaremos de menos la posibilidad de ser despertados por las mañanas con un lametón suyo.

    Él sí era la bondad.

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  5. Siempre recordaremos el movimiento en tic-tac de su cola al verte llegar, sirviendo de emotiva y alegre bienvenida.
    Comapañero de comidas y buen degustador de los manjares de Paqui.
    Pasatelo bien Wasp!!
    Hasta siempre.

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  6. Poco más que añadir a todo lo que ya habéis dicho... Yo nunca olvidaré sus enérgicos recibimientos, lo recuerdo y me arranca una sonrisa!
    Un saludo, Wasp, estés donde estés.

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  7. Lo siento mucho Maria, de verdad...

    No me imagino tu casa sin Wasp por ahi.

    Un beso muy fuerte

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