30 de marzo de 2011

Monitoreando

Un par de días por el Camp de Morvedre, buena compañía y muchas ganas de desconectar y disfrutar de esa naturaleza que tenemos tan cerca que no hay excusa para no encontrar tiempo y hacer una escapadita.

Entre Estivella, Beselga, Segart, Torres Torres y Gilet anduve cámara en mano fiel a mi propósito de retomar el ritmo del blog, y aquí abajo cuelgo las pruebas.

Sendas opciones son buenas






Camino pedregoso




Ojo con el árbol




Devuélveme la viga




Poste ríes




Frunces

Trametes versicolor


Y como quien indica un punto en el camino, encontré a este individuo atrapado entre un cartel y el cristal que lo protegía. Por desgracia para el hemíptero, no consiguió escapar, pero al menos su muerte ha servido para dejarnos esta curiosa imagen. Parece como si, resignado ante una muerte segura, hubiera decidido quedarse posando para la foto.

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7 comentarios:

  1. No he podido más que fruncir el ceño al observar tales instantáneas, tomadas, como siempre, con tanta maestría, por nuestra amiga Consuela... Y no he podido evitarlo de envidia, envidia de no estar allí, con tan buena compañía...

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  2. Veo con agrado que la prolongada ausencia no te ha mermado el ingenio para con los títulos...

    Jolín con el hemíptero, está mejor colocado que en un insectario el tío, eso sí que es morir con dignidad.

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  3. Post te ries, no es solo una fotografía curiosa, sino el ingenio de quien la hace.....

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  4. Agradecer debo a nuestro monitor de escapadas por dejar estas bonitas instantáneas de nuestra excursión para la post-eridad. Muy bien

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  5. Unas fotos muy bonitas, para cuatro "montañitas" que tenemos por aquí. Esperemos que sigas así con el blog, llevas un buen ritmo. Que vaya bien!

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  6. Me pasa con tus fotos, que son como música, y los titulos, como la letra de una canción. Mientras las veo tengo que apagar lo que estoy escuchando. Un beso, muaaaa.

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  7. Castor monitor! No tienes parangón.
    Por más que me esfuerce, nunca monitorizaré tan bien como tú ;)
    Es reconfortante saber que todos esos parones obligados en el camino encierran una explicación tan absoluta: el arte.
    Go on beaver, go on!

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