Tapas

Hoy hace un año que Tapas - también conocido como "Mi Perro Dos" - llegó a nuestras vidas, con ese traje de pulgas que cubría su maltratado cuerpecito e infestado por innumerables garrapatas, de aspecto y tamaño de unas buenas fabes asturianes, que le chupaban la sangre y parecían controlar todos sus débiles movimientos.

Así, rescatado de una vida de miseria en el extrarradio de aquel que es su pueblo natal y mi pseudopueblo, le dimos un lecho en el que descansar y un hogar donde crecer. Pero para que nunca olvidara sus orígenes, le dimos también un nombre que hiciera honor a esa Granada nuestra y su rica tradición gastronómica.


Tapitas






Mi perro dos



A los pocos días empezó a recuperarse y a crecer a la velocidad con la que crecen los sueños - también las pesadillas - y empezamos a comprobar cómo esa carita inocente y casi angelical con la que se ganó nuestro amor y confianza empezó a tornarse en un rostro despierto y pícaro que ya presagiaba la demencia que se nos venía encima...

Transición



Y siguió creciendo...

Perfil



Y cada vez se volvía más juguetón...y más demente.

De mente cato



Y a los pocos meses, contra todo pronóstico, empezó a desarrollar unas curiosas barbas en tonos rojizos, crestas por el pelo de todo el cuerpo, y unas desproporcionadas patas que superaban, tanto en longitud como en agilidad, las predicciones de cualquiera.

Barbas




Crestas




Patas



Cada vez se parecía más a ese tal Golfo, de "La Dama y el Vagabundo", haciendo gala de su procedencia mestiza y su condición de "perro milpolvos".

Y también, por motivos que desconozco, el pelaje del lomo se le va volviendo algo más grisáceo, las barbas más rojizas, las crestas se alborotan un poco más y el aspecto de "perro-flauta" se acentúa... Cada día parece más indigente y, con todo eso, también cada día que pasa yo le quiero un poco más.

Bravas, calamares, ensaladilla,...