Biodiversidad en Torralba de los Frailes

Ya que dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo, como introducción, y para presentar este pueblo de cuento, algo más de dos mil palabras sobre Torralba de los Frailes.

Luego ya si eso os explico un poco más...

Ventanas





Ermitad de la colina

Pues eso, que a finales de este mes de mayo estuvimos - entre otros muchos, el Dr. Litos y yo - en Torralba de los Frailes, este pueblico que habéis visto aquí arriba, y del que os hablo un poco más con el resto de fotos de abajo. Por supuesto, él también os ha preparado una crónica sobre la experiencia que podéis ver pinchando aquí. Nos hemos coordinado para publicar las dos entradas simultáneamente, y podría decirse también que de forma complementaria.

El motivo de la visita fue el de asistir a una jornada cultural y recreativa, organizada por la asociación "El Chismarrako", y que se centró, entre otras actividades lúdico-culturales, en una interesante excursión guiada por los alrededores del municipio.

Torralba el Sol




Flejoflejo

Diego, Javi y Cristina fueron los tres guías de lujo que nos acompañaron y nos ilustraron con sus conocimientos sobre la geología y la vegetación del lugar.

Plano inclinado




Piedra del Buitre

Aquí, en las Hoces del Río Piedra, hicimos la parada para almorzar mientras disfrutábamos de las vistas.

Torrejón del Molino




Lagunera

Ranunculus gr. aquatilis

Este ranúnculo acuático, o hierba lagunera, florece en primavera cubriendo la superficie de aguas estancadas y lagos someros. Al parecer es rara por la Región Mediterránea - la mía, qué mala suerte -, pero al menos aquí pudimos verla en su máximo esplendor.

Lenguas

Linaria aeruginea


Hagámonos una foto

Asphodelus cerasiferus

No sabía yo que había tantas especies de gamones, menos mal que pedí ayuda a un experto para que me iluminara sobre cuál de todos era éste.

Y, cómo no, en una jornada tan llena de biodiversidad, también tuvimos nuestra ración de insectos. Aquí tenéis unas fotos como pequeña muestra de la fauna entomológica torralbina.

Meloencontré en Torralba

Berberomeloe majalis

Esta carraleja o aceitera común, miembro de la familia Meloidae, es especialmente curiosa por su ciclo vital. Sus fases larvarias son muy diferentes entre sí, destacando la larva triungulinus que, con sus potentes uñas, trepa hasta la parte superior de ramas y flores para esperar a que pase alguna abeja solitaria sobre la que lanzarse para agarrarse a ella y así ser llevada hasta su panal (comportamiento conocido como foresis temporal, un tipo de comensalismo). Allí se alimentará, primero de los huevos y/o larvas de estas inocentes abejas, y más tarde del polen que éstas llevan a su nido. El adulto, como el que tenemos en la foto, de unos 6 cm. de longitud, tarda entre uno y dos años en desarrollarse y se alimenta de hojas y flores.

Sus diminutas y vestigiales alas al comienzo de tan voluminoso abdomen no le permiten volar, pero este coleóptero posee, por contra, un mecanismo de defensa de lo más eficiente, pues segrega cantaridina, una sustancia venenosa de aspecto oleoso capaz de hacer que cualquier depredador se lo piense dos veces antes de hincarle el diente.

Pentápodo

Carabus glabratus

La clase Insecta pertenece a la superclase Hexapoda, que incluye además de a los insectos a otras clases de bichillos (colémbolos, proturos y dipluros), por lo que, en síntesis, podemos afirmar lo siguiente:
"Todos los insectos son hexápodos, pero no todos los hexápodos son insectos."

Pues bien, después del trabalenguas, ahí arriba os dejo esta foto de un escarabajo de cinco patas.
Ale, ahí queda ese insecto pentápodo (aunque es evidente que habrá sido por un hecho accidental que nada tendrá que ver con la filogenia de este pobre tullido).

Coraje

Para quien se pregunte dónde está el insecto en esta foto, diré que sólo podréis verlo de forma indirecta, a través de la "huella" que han dejado unas pequeñísimas avispas parásitas (himenópteros cinípidos) en este roble. Estos insectos ponen sus huevos sobre los tejidos vegetales de algunas plantas - típicamente en robles, aunque, según la especie de avispilla, también parasitan otros árboles o incluso hierbas -, provocando en ellos un crecimiento anómalo y un desarrollo de tejido tumoral llamado, generalmente agalla, y más concretamente gallarita o gallaruto para el caso de robles y encinas, como el de este Quercus de la foto.

En resumen, un día lleno de muy diversa flora y fauna, que para eso era el Día internacional de la Biodiversidad, todo ello enmarcado en un contexto geológico cautivador, del que os habla algo más el Dr. Litos en ¡Jindetrés, sal!, siempre desde esa visión evolutiva tan presente en muchas de las entradas de su blog.

Espero que entre los dos hayamos conseguido acercaros al menos una parte de todo lo que nosotros aprendimos este 22 de mayo en Torralba de los Frailes.